Con la bendición de Dios celebramos por primera vez un culto con la Iglesia Americana, hubo testimonios, la palabra de Dios, comida y compañerismo, se sintió el poder de Dios en un mismo espíritu que va mas allá de la lengua o el color de piel, gracias a todos los hermanos que contribuyeron para que este día sea tan especial, gracias a los hermanos Americanos por dejarnos usar el edificio estos 5 años, los vamos a extrañar y los llevaremos siempre en nuestro corazón.